domingo, abril 23, 2006

La decepción de Ciudadanos de Cataluña

¿Qué tendrá la política que todo lo corrompe?

¿Qué tendremos los seres humanos, cómo seremos en realidad, en nuestro fuero interno, para ser como somos, tan dispuestos al engaño, al dogmatismo y a la pronta manifestación de actitudes absolutistas?

Hace unos meses, nacía en Cataluña la propuesta por un nuevo partido político de Ciudadanos de Cataluña. Era una propuesta bonita, con buen maquillajes, estupendo colorete y unos buenos espadas que auguraban a los sufridos ciudadanos no nacionalistas, huérfanos desde hace décadas de cualquier representación política digna, algo, un mínimo de futuro que los hiciera andar con paso firme y seguro hacia las urnas electorales.

Ilusiones a parte, sobre este proyecto sobrevolaba la duda de la sospecha. ¿Y si Ciudadanos no fuera más que un montaje para repescar el voto socialista disconforme con la deriva nacionalista del PSC?

Era una sospecha muy bien fundada.

La realidad ha querido que el proyecto de Ciudadanos derive hacia una repesca del voto disconforme del PSC y del PPC. Y desgraciadamente, poca cosa más.

La línea argumental para recaudar votos y simpatías es la conocida marginación oficial del idioma castellano en Cataluña, la denuncia tímida y poco contundente de las corruptelas políticas de los partidos catalanes y la exaltación de un liberalismo económico globalizador con guiños hacia las ONGES de turno y una palabrería progresista, que eso sí, para marcar algún tipo de distanciamiento, nos canta las maravillas del mundo capitalista norteamericano como “productoras de envidia mundial”.

Tras muchos meses de ser el mas enconado participante en el foro de Ciudadanos de Cataluña, seguir sus manifiestos fundacionales y muchos de sus artículos, eso es todo lo que he conseguido sacar del ideario de tan “maravilloso” partido político.

Quizás, si comparamos Ciudadanos con cualquier otra formación política, podemos atribuirle, como único mérito, que aún no han tenido ocasión de ponerse a la altura del resto de organizaciones. Es decir: aún no roban del erario público, no trafican con favores, no pueden instalar a personas de su confianza en organismos de decisión, tampoco, por ahora, parece que la Caixa les vaya a regalar mil millones de las antiguas pesetas, aunque todo podría llegar, es cuestión de tiempo porque méritos y maneras no les falta.

Como una muestra de sus profundas convicciones “democráticas”, ante algunas críticas al manifiesto neoliberal y pronorteamericano de Euston, y un par de informaciones sobre la postura propagandística islámica del holocausto judío, Ciudadanos ha cerrado su foro.

Cada cual es libre de hacer con su foro, y con su web, lo que le plazca, pero como otras muchas incongluencias de esta “democrática” organización, en su web se sigue diciendo que el foro de Ciudadanos “es libre y de acceso público”.

Yo, espero, que algún día dejen de mentir y se aclaren un poco cuales son las verdaderas intenciones de esta gente.